Analizando la imagen se puede ver que las líneas de costa de de América del Sur y de África son complementarias y si las pudiéramos unir encajarían perfectamente.
Este hecho no ha pasado desapercibido por muchos geógrafos a lo largo de la historia, entre ellos Alfred Wegener que propuso a principios del siglo XX la hipótesis de la Deriva Continental.
Para Wegener, todas las tierras emergidas habrían estado unidas formando un único continente que se denominó Pangea.
Los continentes actuales serían el resultado de la división de Pangea y el desplazamiento de los fragmentos que la integraban. Esta suposición se sostiene mediante argumentos y pruebas. Las pruebas que apoyan la deriva continental son:
- Argumentos geográficos: se basan en la forma de los continentes, que permite encajarlos como las piezas de un rompecabezas. Si para realizar el ajuste tomamos la plataforma continental de los continentes, ocurre que la correspondencia es aún mayor.
- Argumentos paleontológicos: se basan en el estudio de la distribución de los fósiles, tanto de animales como de vegetales. El descubrimiento de fósiles idénticos en continentes que hoy se encuentran a enormes distancias no muestra un patrón de distribución claro. Pero, si juntamos los continentes como lo estaban antes, observamos una banda continua de distribución. Esto permite asegurar que en el pasado las masas continentales estaban próximas.
- Argumentos geológicos: se basan en la distribución y composición de los sistemas montañosos. Existen cadenas montañosas, cordilleras y otras formaciones geológicas a ambos lados del Atlántico formadas por el mismo tipo de rocas y que presentan edades similares, hecho que indica que en algún momento estas formaciones geológicas debieron de estar unidas.
- Argumentos paleoclimáticos: se basan en el estudio de los climas del pasado y de las glaciaciones. Existen indicios en India, Australia, Sudamérica y África de glaciarismo.
Fuente:
Wikipedia
Glossopteris era un arbusto o árbol del género de los pteridófitos fósiles que caracterizó al final del Paleozoico al supercontinente Gondwana, de tal forma es la flora existente de esta planta es el género extinto orden de las plantas Glossopteridales .
ResponderEliminarFue un árbol dominante del supercontinente Gondwana, una gimnosperma. Se trataba probablemente de una especie inmigrante de la franja paleoecuatorial , descendiente de Lesieya, una planta que vivía fuera de los ambientes pantanosos del pensilvánico.
A diferencia de los árboles de hoy en día, los hace tiempo extinguidos Glossopteris vivían en grupos de hasta un millar por acre a apenas 20 o 25º del polo sur, una latitud en la que no recibían luz solar durante la mitad del año.
El Glossopteris se elevaba estrechándose hacia arriba, como un árbol de navidad. En lugar de pinochas, tenían anchas hojas lanceoladas que caían al suelo a fines del verano. No se sabe si estas hojas cambiaban de color, pero parece probable que sí.
Vivieron en una época en que el clima antártico era mucho más cálido, aunque los árboles tenían también que sobrevivir a un régimen extremo de luz solar, bastante baja durante medio año y total oscuridad durante el otro medio. Crecían continuamente cada verano, para detenerse abruptamente en el invierno, como si se hubiera pulsado un interruptor. Los árboles actuales de hoja caduca retardan su crecimiento y luego lo detienen cuando llega el tiempo frío.
Amasia será según los investigadores el próximo supercontinente que resultará de la unión de Asia y América. Este supercontinente se formará dentro de entre 50 y 200 millones de años.
ResponderEliminarEl océano ártico y el mar Caribe desaparecerán y América del norte y del sur acabarán fusionándose, aun sobre el anillo de fuego.
Los estudios sobre los anteriores supercontinentes y sus localizaciones (Nuna, Rodinia y Pangea) como estudio de el magnetismo de las rocas han determinado que aparecerá con centro en un punto del océano ártico.
elmundo
En 1915, en su libro El origen de los continentes y océanos, Alfred Wegener presentó una teoría revolucionaria: afirmó que los continentes se habían desplazado lentamente hasta alcanzar su posición actual. La expresión “deriva continental” no fue usada por Wegener, sino que fue una invención de sus traductores al inglés.
ResponderEliminarLa mayoría de los geólogos de su época rechazaron frontalmente esta idea, incluso algunos de ellos la ridiculizaron. Tuvieron que transcurrir 50 años para que los desplazamientos continentales —como realmente los llamó Wegener— fueran tomados en consideración como base para teorías más modernas.
Wegener era un magnífico meteorólogo, por lo que se basó principalmente en las pruebas paleoclimáticas, junto a otras tres.
Wegener , soldado del ejército alemán, profesor de meteorología y viajero incansable, fue el primero en elaborar una explicación coherente sobre el desplazamiento de los continentes apoyada en una teoría geológica completamente audaz y novedosa a partir de evidencias paleontológicas, geológicas y geofísicas, lo que inicialmente suscitó una fuerte polémica en la comunidad científica.
ResponderEliminarEl desarrollo posterior de los estudios paleomagnéticos condujo a la moderna teoría de la tectónica de placas y, si bien la teoría de Wegener fue incapaz de desarrollar una explicación convincente sobre el mecanismo de los movimientos horizontales de la superficie terrestre, la tectónica de placas, surgió, por el contrario, como resultado de estudios del fondo oceánico y paleomagnéticos que se convirtieron en la evidencia empírica que da sustento al movimiento de las placas tectónicas.
Teoría en la actualidad
ResponderEliminarLa teoría de la deriva continental, junto con la de la expansión del fondo oceánico, quedaron incluidas en la teoría de la tectónica de placas, nacida en los años 1960 a partir de investigaciones de Robert Dietz, Bruce Heezen, Harry Hess, Maurice Edwing, Tuzo Wilson y otros. Según esta teoría, el fenómeno del desplazamiento sucede desde hace miles de millones de años gracias a la convección global en el manto (exceptuando la parte superior rígida que forma parte de la litosfera), de la que depende que la litosfera sea reconfigurada y desplazada permanentemente.
Se trata en este caso de una explicación consistente, en términos físicos, que aunque difiere radicalmente acerca del mecanismo del desplazamiento continental, es igualmente una teoría movilista, que permitió superar las viejas interpretaciones fijistas de la orogénesis (geosinclinal y contraccionismo) y de la formación de los continentes y océanos. Por esto, Wegener es considerado, con toda justicia, su precursor y por el mismo motivo ambas teorías son erróneamente consideradas una sola con mucha frecuencia aceptada.
Fuente: Wikipedia