El volcán Kawah Ijen ubicado en la isla de Java, en Indonesia, es uno de los lugares más extraños del mundo. Los mineros trabajan cerca de unas espectaculares llamas azules, producto del ácido sulfúrico que expulsa la montaña.
El insólito volcán indonesio de 2,600 metros de altura alberga el lago más ácido del mundo y una gran cantidad de azufre puro. Se estima que los mineros extraen 140 y 160 kilos de azufre por día.El fotógrafo francés ganador de tres premios World Press Photo, Olivier Grunewald y su equipo, han capturado asombrosas imágenes de este volcán y realizaron un documental denominado "Kawah Ijen, el misterio de las llamaz azules".Este increíble fenómeno acontece por las noches cuando empiezan a arder los gases de azufre y se producen llamaradas azul eléctrico de hasta cinco metros de altura.
En el cráter hay un lago de ácido sulfúrico de 200 metros de profundidad.
Resulta que debido a la combinación entre los 150ºC y las grandes cantidades de azufre que contiene el cráter, es expulsada una lava de color "azul eléctrico" que provoca que no solo las laderas rocosas se iluminen, sino también gran parte del ambiente que lo rodea.
Sin embargo, y aunque ofrezca uno de los espectáculos más bellos de la naturaleza, este fenómeno en la región no es apreciado de la misma forma que en otros países, pues mientras para algunos puede representar una de las vistas más hermosas que nos ofrece la naturaleza, para los mineros de la zona representa una fuente de trabajo y desde luego de ingreso monetario.Desde hace tiempo, mineros de la región suben hasta la cima del cráter para extraer por viaje entre 60 y 70 kilogramos de azufre puro que es vendido por pieza en aproximadamente 5 centavos de dólares.Resulta que debido a la combinación entre los 150ºC y las grandes cantidades de azufre que contiene el cráter, es expulsada una lava de color "azul eléctrico" que provoca que no solo las laderas rocosas se iluminen, sino también gran parte del ambiente que lo rodea.
Próximamente se estrenará un documental en el que se hablará de la riqueza minera y desde luego, de su característica principal, la lava azul.
A medida que se desvanece la luz del día, comienza a ascender un brillo incandescente desde las profundidades del cráter del Kawah Ijen. El líquido sulfúrico surge de una de las brechas en el borde del cráter a una temperatura de 115ºC; las llamas azules que desprende entre gases tóxicos pueden llegar hasta los 5 metros.
ResponderEliminarEl azufre que extraen,es el más puro de Indonesia, se utiliza en la industria química y alimentaria.Los mineros han creado tuberías de cerámica en los puntos de recogida dentro del gran cráter,donde se deja que el producto químico líquido se enfríe antes de poder ser dividido y transportado.
Fuentes: ctmiesvicentemedina.blogspot.com.es
En la isla de Java del este, se alza el volcán Kawah Ihen, con un cráter activo de 200 metros de profundidad. Este volcán de 2,800 metros de altura, parte de un conjunto de volcanes, cuenta con una mina de azufre que en ocasiones genera un espectáculo visual difícil de igualar: un lago de fuego azul.
ResponderEliminarEn este vídeo podemos ver la lava y el azufre fundiéndose en llamas azules, una especie de espejo del cielo
paradójicamente en el infierno. El volcán también es experimentado como un infierno por mineros que trabajan por sueldos mínimos extrayendo el azufre en medio de corrientes de fuego espectral y en condiciones sumamente peligrosas.
Resulta que debido a la combinación entre los 150°C y las grandes cantidades de azufre que contiene el cráter, es expulsada una lava de color “azul eléctrico”que provoca que no solo las laderas rocosas se iluminen, sino también gran parte del ambiente que lo rodea.
ResponderEliminarSin embargo, este fenómeno en la región no es apreciado de la misma forma que en otros países, pues mientras para algunos puede representar una de las vistas más hermosas que nos ofrece la naturaleza, para los mineros de la zona representa una fuente de trabajo y desde luego de ingreso monetario.
Desde hace tiempo, mineros de la región suben hasta la cima del cráter para extraer por viaje entre 60 y 70 kilogramos de azufre puro que es vendido por pieza en aproximadamente 5 centavos de dólar.
Y aunque los riesgos debido a los altos índices de toxicidad provocados por el azufre son altos, el fotógrafo Oliver Grunewald, ha logrado capturar estas hermosas imagenes que comparte desde su sitio oficial.
Además de poder disfrutar del trabajo de Grunewald, se ha anunciado que próximamente se estrenará un documental en el que se hablará de la riqueza minera y desde luego, de su característica principal, la lava azul.
Fuente: razon.com