Newton reflexionó sobre el hecho de que los cuerpos pesaban en
la Tierra y que los astros giraban en torno a otros astros (la
Luna en torno a la Tierra, la Tierra y los demás planetas en torno al Sol, y
así todos) y se imaginó que había una fuerza universal, que actuaba en todos
lados, que hacía que los cuerpos se atrajeran entre sí.
Esta fuerza se manifestaría tanto en la atracción de un cuerpo por la Tierra - su peso- como en la atracción entre cuerpos del Sistema Solar (y de todo el universo) que les hace girar unos en torno a los otros. La llamó "fuerza de gravitación universal" o "gravedad".
Según Newton, la gravedad sería una fuerza instantánea (es decir, cualquier cuerpo notaría inmediatamente si hay otro cuerpo, y sufriría su atracción) y actuaría a distancia, o sea, la intensidad de la fuerza dependería de algo (el otro cuerpo) que puede estar muy alejado, sin que haya contacto entre los cuerpos.
Aprovechándose de todos los conocimientos astronómicos y experimentos de muchos físicos anteriores (Copérnico, Tycho Brahe, Galileo y otros), Newton se dio cuenta de que la fuerza de atracción gravitatoria entre dos cuerpos tenía que ser proporcional al producto de sus masas dividido por la distancia entre ellos al cuadrado:
F “proporcional”
G Mm/d2
A la constante de proporcionalidad en esta fórmula la llamamos G (por
"gravitación"):
F = G Mm/d2
Isaac Newton no descubrió la existencia de la
gravedad. Su contribución fue elaborar
las leyes que describen sus efectos. El término "gravedad" ya se
usaba para describir la fuerza que le da peso a los objetos antes de que él
naciera, y grandes pensadores como Nicolás Copérnico y Johannes Kepler ya
habían especulado sobre la atracción gravitacional.
La fuerza de la originalidad de Newton descansa en el
hecho de que él la demostró matemáticamente, probó que era una fuerza universal
y comprobó los efectos de la acción invisible a distancia.
Gravitación según Newton.
Lo que quizás no sabías de la gravedad.
Gravitación según Newton.
Lo que quizás no sabías de la gravedad.